Skip to content
Lorenzo-Mattotti

Lorenzo Mattotti: la «transversalidad» como motor creativo

Lorenzo MATTOTTI «Stanze» – Sérigraphie 12 couleurs sur papier Fabriano Rosaspina 285g. © Courtesy Galerie Martel, Paris

Lorenzo Mattotti es un creador esencial. Lo descubrí por casualidad tras comprar un póster en una librería en 2010, y que actualmente preside el centro de mi biblioteca. Cuando retomé mis actividades artísticas a principios de 2016, hice numerosas investigaciones sobre ilustradores, autores de cómics, artistas, etc., con la esperanza de encontrar un sentido a mi búsqueda y alimentar mi creatividad.

Rápidamente di con este ilustrador a través de su blog y de una gran exposición organizada por el Fondo Hélène et Édouard Leclerc (FHEL) en Landerneau en 2015. La editorial surgida de este fondo, MEL Publisher, ha publicado dos monografías de este artista italiano: Livres y Dessins et peintures. Los devoré y así pude descubrir todas las facetas de su arte.

 

Lorenzo Mattotti, de hecho, es un magnífico autor de cómics. Pienso especialmente en Chimère (2006), Stigmates (2011) y Guirlanda (2018). Tres propuestas en blanco y negro, tres relatos de iniciación poderosos o románticos. También pienso en su obra maestra ilustrada en blanco y negro: Oltremai (2013). Como continuación de su trabajo sobre el cuento de los hermanos Grimm: Hansel y Gretel, esta propuesta gráfica es una sucesión de dibujos realizados de forma espontánea, sin croquis ni trabajos de preparación.

Mattotti también es un increíble ilustrador que maneja los colores de forma virtuosa, a través de sus propuestas en pastel, lápiz o acrílico. La obra Works (2012) celebra el trabajo de color de Lorenzo Mattotti y recuerda a sus trabajos de ilustración para las portadas del New Yorker, sus carteles de grandes festivales, sus retratos y sus paisajes urbanos o imaginarios.

Y si la obra de Mattotti es extraordinaria, es debido a su diversidad de estilos. Este polifacético artista pasa con talento y elegancia del blanco y negro al color, sirviendo admirablemente a su sujeto. Es esta «transversalidad», un término a menudo usado de manera indebida, la que admiro. Esa facultad para adaptar una técnica, un estilo, un ambiente, independientemente del medio, el formato o el proceso de impresión.

Siento profundamente esa «transversalidad» en mi trayectoria gráfica. De hecho, esa capacidad de pasar de una técnica a otra es un elemento primordial para mí. Puedo empezar una serie de dibujos de blanco y negro con pincel y tinta china, y luego cambiar y trabajar directamente sobre la hoja de papel con pastel o pintura acrílica. Cuando siento que se instala en mí un cierto cansancio donde tengo la sensación de repetirme, se activa un mecanismo en mi interior que me obliga a reinventar completamente mis herramientas, mi medio y mi tema.

 

La dificultad cuando admiramos a un artista como Mattotti, evidentemente reside en resistir la tentación de apropiarse de su obra. Es fundamental tomar distancia, para construir su propia identidad, su propio universo.

 

 

AL blog de Lorenzo Mattotti